domingo, 9 de diciembre de 2007

¿BUENA SUERTE O MALA SUERTE?



Generalmente solemos etiquetar los acontecimientos de la vida poniéndoles un cartel de bueno, malo o indiferente.
Pero la verdad es que la mayoría de las cosas que hemos catalogado- en nuestra vida- de problemáticas o difíciles, con el tiempo hemos entendido que fueron necesarias e incluso podríamos definirlos como buenas, y muchas otras cosas de las que nos alegremos en un primer momento, luego resultaron ser motivo de infelicidad y sufrimiento.
Lo cierto es que no podemos valorar lo que nos ocurre, hasta que no pasa un cierto tiempo para evaluar sus resultados.
---“Gracias a que me despidieron- aunque eso significó estar semanas o meses con mucha angustia- ahora tengo un trabajo mejor y me siento auto-realizado”.
---“Aunque era la persona más feliz del mundo cuando conocí a mi pareja, ahora mi matrimonio a resultado ser un infierno”.
---“Aunque mi enfermedad- o aquel accidente- fue traumática, al superarlo cambió mi vida y ahora la vivo más plenamente”.
---“Aunque salté de alegría cuando me tocó la lotería, nunca pensé que esa sería la causa de la desintegración de mi familia”.

Teniendo en cuenta esta realidad, podríamos vivir la vida con más confianza y fe , pensando que cada acontecimiento tiene una finalidad, y concentrarnos en lo que queremos ser y en como alcanzar ese “contento interno” . Si tenemos eso claro y trabajamos en esa dirección, la vida ya sabrá como llevarnos hasta allí.
Y ahora un cuento sufí


¿Buena suerte o mala suerte?

Había una vez un hombre que vivía con su hijo en una casita del campo. Se dedicaba a trabajar la tierra y tenía un caballo para la labranza y para cargar los productos de la cosecha, era su bien más preciado. Un día el caballo se escapó saltando por encima de las bardas que hacían de cuadra. El vecino que se percató de este hecho corrió a la puerta de nuestro hombre diciéndole:
-Tu caballo se escapó, ¿que harás ahora para trabajar el campo sin él? Se te avecina un invierno muy duro, ¡qué mala suerte has tenido!
El hombre lo miró y le dijo:
-¿Buena suerte o mala suerte? Sólo Allah lo sabe.
Pasó algún tiempo y el caballo volvió a su redil con diez caballos salvajes con los que se había unido. El vecino al observar esto, otra vez llamó al hombre y le dijo:
-No solo recuperaste tu caballo, sino que ahora tienes diez caballos más, podrás vender y criar. ¡Qué buena suerte has tenido!
El hombre lo miró y le dijo:
-¿Buena suerte o mala suerte? Sólo Allah lo sabe.
Más adelante el hijo de nuestro hombre montaba uno de los caballos salvajes para domarlo y calló al suelo partiéndose una pierna. Otra vez el vecino fue a decirle:
-¡Qué mala suerte has tenido! Tu hijo se accidentó y no podrá ayudarte, tu eres ya viejo y sin su ayuda tendrás muchos problemas para realizar todos los trabajos.
El hombre, otra vez lo miró y dijo:
-¿Buena suerte o mala suerte? Sólo Allah lo sabe.
Pasó el tiempo y en ese país estalló la guerra con el país vecino de manera que el ejército iba por los campos reclutando a los jóvenes para llevarlos al campo de batalla. Al hijo del vecino se lo llevaron por estar sano y al de nuestro hombre se le declaró no apto por estar imposibilitado. Nuevamente el vecino corrió diciendo:
-Se llevaron a mi hijo por estar sano y al tuyo lo rechazaron por su pierna rota. ¡Qué buena suerte has tenido!
Otra vez el hombre lo miró diciendo:
-¿Buena suerte o mala suerte? Sólo Allah lo sabe.

Y a este cuento le vamos a poner puntos suspensivos(...) porque no tiene final, ya que como siempre pasan cosas, lo que nos sucede es... ¿Bueno o malo? ¿Buena suerte o mala suerte?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuanta razón tienes. Me encanta este cuento.

monica dijo...

Es una gran esnseñanza de vida

Anónimo dijo...

Excelente reflexion