lunes, 26 de abril de 2010

LA VIDA ES MOVIMIENTO

La fuerza de vida crea un movimiento espiral del centro a la periferia. Cada átomo tiene su movimiento específico, cada célula, cada órgano el suyo, y el cuerpo como suma total de todos los movimientos tiene un ritmo total intrínseco propio.
Todos los organismos vivos se componen de células, y estas están dotadas de:

una memoria (patrimonio genético), una conciencia (fisiológicamente sabe cómo reaccionar y en caso de dificultad, hará todo lo necesario para sobrevivir) ,y también de un movimiento o ley de “Dilatación-retracción”.
La dilatación o expansión: Es la actuación de una célula para nutrirse, intercambiar y comunicarse con su entorno y aumentar su espacio vital e irradiar su fuerza.
La contracción o retracción: Es el proceso por el cual la célula, cuando se encuentra en una situación de peligro, rompe el contacto con el medio externo, se repliega sobre si misma y concentra su fuerza vital a fin de reservarla para poder sobrevivir.
La retracción es temporal, respondiendo a una situación de peligro pasajera, pero puede llegar a ser duradera si se percibe que la amenaza es permanente.
Nosotros tenemos -como seres pluricelulares- igualmente un pulso de vida, un ritmo y cuando se vive plenamente se vibra, pero a menudo en vez de vivir, no hacemos más que sobrevivir.
“Me abro para crecer” todo lo que se abre va hacia la vida.
“Me cierro para protegerme” todo lo que se cierra va hacia la supervivencia.
Bloqueamos LA VIDA –dentro de las células-cuando nos sentimos amenazados, en peligro, o cuando tenemos miedo. Miedo a la
muerte, al dolor, a la separación, a perder mis seres queridos, a las enfermedades, a la pobreza, a que me abandonen, al rechazo, a la soledad, etc.

(Extraído del trabajo de Montserrat Gascón, de su libro “Viva el pericardio libre”)

1 comentario:

esperanza dijo...

Hola

Estoy encantada con todo lo que he visto en tu blogg hasta ahora

parece que no necesito hacer el mio

solo vengo aquí y a disfrutar.

besos