sábado, 18 de julio de 2009

¿QUE ES EL TAI CHI?

Actualmente, a nivel de la calle, cuando alguien habla de Tai Chi suele interpretarse como una serie de ejercicios para relajarse, pero el Tai chi chuan nace en china como un arte marcial, y todos sus movimientos tienen una finalidad de defensa o de ataque con sus múltiples variaciones.

Aunque todo esto es cierto, también es cierto que en nuestra sociedad, cuando nos llega una disciplina distinta de nuestro ámbito geográfico, le damos cuatro vueltas y terminamos transformándola en algo diferente, y por eso la práctica del tai chi a pasado de ser, en muchos gimnasios y centros, de un arte marcial a una serie de movimientos suaves de gran atractivo pero sin un claro significado.

De todas formas, tanto si se practica con un significado o con otro, el Tai Chi es beneficioso para la salud mental y física. Se realiza mediante movimientos relajados y armoniosos y combina la respiración y la concentración.
Es una disciplina que nos ayuda a integrar cuerpo y mente, además de conseguir un óptimo equilibrio personal, puede ser realizada por todos los públicos sin excepción. Es una gimnasia sana y terapéutica que conserva la salud y ayuda a la curación de distintas enfermedades. Pero para obtener estos beneficios, debemos tener disciplina, perseverancia y paciencia.


Al principio de una sesión de Tai chi se suelen realizar ejercicios de Chi kung, basados en estiramientos y técnicas para tonificar músculos y tendones, y movimientos que nos aportarán mayor flexibilidad, junto a ejercicios de respiración que darán calma y serenidad.

En el Tai chi existen diferentes estilos, donde el más conocido es el Yang (de carácter más suave y movimientos lentos y homogéneos en su ritmo). En mi caso, yo practico el estilo Chen que fue la primera escuela de Tai Chi Chuan. Se caracteriza por las espirales y círculos que surgen del principio llamado "enrollar el capullo de seda" y del contraste que se manifiesta entre los movimientos Yin y Yang. El ritmo es continuo, pero hay momentos en que se acelera e incluso se producen descargas explosivas, manifestándose así las características de las "Cinco energías que conforman la naturaleza" (fuego, tierra, metal, agua, madera). El estilo es amplio, abriendo y cerrando posiciones, con posturas bajas y muy enraizadas.

En estos videos de yotube se puede apreciar la diferncia entre las dos escuelas.


TAI CHI ESTILO YANG



TAI CHI ESTILO CHEN


¿QUE ES EL CHI KUNG?

viernes, 17 de julio de 2009

EL CUENTO DEL AMOR Y LA LOCURA

Cuentan que una vez se reunieron en algún lugar de la Tierra todos los sentimientos y cualidades de los seres humanos.
Cuando el Aburrimiento había bostezado por tercera vez, la Locura, como siempre tan loca, les propuso: “¡Vamos a jugar al escondite!”.
La Intriga levantó la ceja intrigada y la Curiosidad, sin poder contenerse, le preguntó: “¿Al escondite? Y, ¿cómo es eso?”. “Es un juego —explicó la Locura— en el que yo me tapo la cara y comienzo a contar desde uno hasta un millón, y, cuando yo haya terminado de contar, el primero de ustedes al que yo encuentre ocupará mi lugar para continuar el juego”.
El Entusiasmo bailó entusiasmado secundado por la Euforia. La Alegría dio tantos saltos que terminó convenciendo a la Duda, e incluso a la Apatía, a la que nunca le interesaba hacer nada.
Pero no todos querían participar. La Verdad prefirió no esconderse… ¿para qué? si al final siempre la hallaban. Y la Soberbia opinó que era un juego muy tonto (en realidad lo que le molestaba era que la idea no hubiese sido suya). Y la Cobardía prefirió no arriesgarse.
“Uno, dos tres…”, comenzó a contar la Locura.
La primera en esconderse fue la Pereza. Como siempre tan perezosa se dejó caer tras la primera piedra del camino. La Fe subió al cielo, y la Envidia se escondió tras la sombra del Triunfo que, con su propio esfuerzo, había logrado subir a la copa del árbol más alto. La Generosidad casi no alcanzó a esconderse, cada sitio que hallaba le parecía maravilloso para alguno de sus amigos. Que si un lago cristalino para la Belleza; que si una hendida en un árbol, perfecto para la Timidez; que si el vuelo de una mariposa, lo mejor para la Voluptuosidad; que si una ráfaga de viento, magnífico para la Libertad;… Y así terminó por acurrucarse en un rayito de sol.
El Egoísmo, en cambio, encontró un sitio muy bueno desde el principio: aireado, cómodo,… pero sólo para él. La Mentira se escondió en el fondo de los océanos (mentira, se escondió detrás del arco iris). La Pasión y el Deseo, en el centro de los volcanes. El Olvido,… se me olvidó dónde se escondió el Olvido, pero eso no es lo más importante.
La Locura contaba ya novecientos noventa y nueve mil novecientos noventa y nueve… Y el Drogamor no había aún encontrado sitio para esconderse entre sus flores.
Un millón contó la Locura y comenzó a buscar.
La primera a la que encontró fue la Pereza,… a sólo tres pasos detrás de unas piedras. Después se escuchó la Fe discutiendo con Dios sobre Teología, y a la Pasión y el Deseo los sintió vibrar en los volcanes. En un descuido encontró a la Envidia y, claro, pudo deducir dónde estaba el Triunfo. Al Egoísmo no tuvo ni que buscarlo, él solo salió disparado de su escondite, que había resultado ser un nido de avispas. De tanto caminar sintió sed, y al acercarse al lago descubrió a la Belleza. Y con la Duda resultó más fácil todavía, pues la encontró sentada en una cerca sin decidir aún dónde esconderse.
Así fue encontrando a todos. Al Talento entre la hierba fresca, a la Angustia en una oscura cueva, a la Mentira detrás del arco iris (mentira,… en el fondo del mar). Hasta el Olvido,… que ya se había olvidado que estaba jugando a las escondidas.
Pero, sólo el Amor no aparecía por ningún sitio.
La Locura buscó detrás de cada árbol, bajo cada arroyo del planeta, y en la cima de las montañas, y cuando estaba por darse por vencida divisó un rosal y pensó: “El Amor, siempre tan cursi, seguro se escondió entre las rosas”. Y tomando una horquilla comenzó a mover las ramas,… cuando de pronto se escuchó un doloroso grito… Las espinas habían herido los ojos del Amor, y la Locura no sabía qué hacer para disculparse. Lloró, rogó, pidió perdón y hasta prometió ser su lazarillo.
Desde entonces, desde que por primera vez se jugó en la Tierra al escondite, el Amor es ciego,… y la Locura siempre lo acompaña.


Mario Benedetti