Alan Wallace: "Mi bienestar está relacionado con tu bienestar, es pura física"
Fuente: Entrevista de Inma Sanchís a Alan Wallace en La Contra de La Vanguardia
miércoles 12 de noviembre de 2008
Tengo 58 años. Nací y vivo en California. Estoy casado y tengo una hijastra. Estoy licenciado en Física, soy doctor en Filosofía de la Ciencia y Estudios Religiosos y fui ordenado monje por el Dalai Lama.
La física cuántica y el budismo dicen lo mismo. Soy liberal y budista. A los 20 años me dediqué a viajar por Europa lleno de preguntas existenciales. Tropecé con El libro tibetano de la gran liberación, que trata sobre la naturaleza de la mente, y quedé asombrado.
¿Hasta qué punto?
Estudié el idioma tibetano para poder estudiar budismo, me compré un billete de ida a India y acabé siendo ordenado monje por su santidad el Dalai Lama.
¿Entonces lo de la física vino después?
Tras 14 años viviendo con los tibetanos, estudiando budismo y meditando, decidí integrar esos estudios en la física. El budismo se ocupa del conocimiento de la realidad, no está apegado a creencias religiosas; y para ahondar en la realidad se necesita la física.
Entonces, ¿la física ha completado su visión budista del mundo?
Sí. La fortaleza de la ciencia, con la tecnología y la matemática, no la encuentras en el budismo; pero el budismo tiene un método muy sofisticado para investigar y observar directamente la mente; en eso la ciencia occidental es muy débil. Leyes de la física cuántica ya fueron expuestas hace 2.000 años por el budismo. En 1997 traduje una conversación entre el Dalai Lama y un eminente físico experimental austriaco, Anton Zeilinger, que le explicaba al Dalai Lama que cuando en la física cuántica investigas la naturaleza de una partícula elemental, como un electrón, no la encuentras, está vacía. Es decir, que el electrón sólo existe en relación con el sistema de medición y el observador, no es posible observar un sistema sin perturbarlo.
¿Y qué dijo el Dalai Lama?
"¡Sorprendente!, ¡¿cómo puedes haber llegado a este descubrimiento sin conocer el camino de en medio o su escuela filosófica, el madyamika?!". Zeilinger se quedó atónito y preguntó: "¿Qué es el madyamika?"....Entonces el Dalai Lama explicó que para el budismo el yo, como tal, no existe, ya que aquello que denominamos compulsivamente mi yo está permanentemente cambiando; pero Arya Nagarjuna fue todavía más allá.
¿El fundador de la filosofía madyamika?
Sí, una línea particularmente avanzada dentro del budismo, fundada alrededor del año 200 de la era cristiana, y que sirvió de fundamento filosófico para la principal rama del budismo actual, el mahayana.
¿Cuál fue ese paso más allá?
Pura cuántica: negó la existencia independiente no sólo del yo, el observador, sino también del objeto, el observado; e incluso de la observación misma. El término madyamika deriva directamente del que empleó Nagarjuna para referirse al camino de en medio, aludiendo al espacio entre el nihilismo y el materialismo.
¿Y qué dijo Anton Zeilinger?
"¡Esto es sorprendente!, ¡¿cómo puedes saberlo sin conocer nada de física cuántica?!", e invitó al Dalai lama a su laboratorio en Austria. Allí observé algo muy interesante...
Cuente, cuente...
La tecnología que tenía Anton, los budistas no la tienen; los experimentos que ellos llevan a cabo, los budistas no los hacen. Pero los budistas practican samadi, que es una alta concentración en un solo punto, un método contemplativo para investigar la mente y los fenómenos objetivos.
¿Y así llegan a la misma visión que los físicos cuánticos?
Exacto, pero los budistas hacen una aplicación práctica: al darte cuenta de que nada existe independientemente, ni los átomos, ni las personas, ni las culturas..., brota naturalmente la compasión.
¿Usted cree?
Mi bienestar está relacionado con tu bienestar; mi sufrimiento, con tu sufrimiento. Pretender buscar mi felicidad y mi seguridad como si yo fuera una isla es una estupidez. De esta sabiduría viene el altruismo, y ahí es donde budismo y ciencia se separan, porque el altruismo no es común en la ciencia.
¿Qué se estudia en su instituto?
La conciencia desde la óptica de la ciencia, el budismo, y la psicología conductual; el conocimiento de la mente, el origen del pensamiento, la naturaleza de la conciencia. Investigamos en temas muy prácticos, por ejemplo, cómo calmar las emociones destructivas: desórdenes hiperactivos y déficit de atención. Muy comunes. Junto con un equipo científico de la Universidad de California hicimos un estudio que ha durado siete años sobre cómo cultivar el dominio emocional. Entrenamos con meditaciones budistas esenciales durante 45 horas a maestras de escuela aquejadas de estrés, ansiedad, depresión e insomnio. Los síntomas desaparecieron y cinco meses después seguían sin reaparecer. Otro experimento significativo ha sido el proyecto Shamaka.
¿Eso es un tipo de meditación?
Sí, para obtener mayor concentración. Organizamos un retiro de tres meses con 70 personas neófitas en la materia que meditaron ocho horas diarias y conseguimos un nivel de concentración altísimo, lo que se deriva en efectividad, autoestima y alegría en las tareas: creo que pronto veremos revolucionado el mundo del trabajo.
¿Alguna conclusión?
Ciencia y espiritualidad están dándose la mano, no para convertirse ni para conquistarse, sino para aprender una de otra, y eso no tiene precedentes.
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La fuerza de la unión
Su mente racional occidental fue en busca de respuestas existenciales y topó con el budismo y el Dalai Lama, que nos dice: "Aunque los científicos estudien principalmente la materia, no pueden pasar por alto la conciencia; aunque los especialistas del espíritu se centren en el desarrollo de la mente, no pueden pasar completamente por alto las necesidades físicas". Así, este hombre se convirtió en un físico budista que ha creado el Instituto de Estudios de la Conciencia, donde se profundiza en la mente humana y sus posibilidades aunando esfuerzos y metodologías de la ciencia y del budismo. Ha participado en el seminario Budismo y ciencia para la paz, organizado por la Fundació Casa del Tibet.
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Ek Onkaar
sábado, 15 de noviembre de 2008
domingo, 9 de noviembre de 2008
UNA POESIA, UN CUENTO Y MÚSICA MARAVILLOSA
Todo místico que ha tenido un éxtasis, en un estado de consciencia alterado, se encuentra con el problema de que cuando intentar explicar su experiencia, carece de palabras y modelos conceptuales para expresarlos.
Un ejemplo lo tenemos en estas coplas de San Juan de la Cruz.
Coplas hechas sobre un éxtasis contemplativo.
Entréme donde no supe y quedéme no sabiendo, toda ciencia trascendiendo.
1. Yo no supe dónde estaba, pero, cuando allí me vi, sin saber dónde me estaba, grandes cosas entendí; no diré lo que sentí, que me quedé no sabiendo, toda ciencia trascendiendo.
2. De paz y de piedad era la ciencia perfecta, en profunda soledad entendida, vía recta; era cosa tan secreta, que me quedé balbuciendo, toda ciencia trascendiendo.
3. Estaba tan embebido, tan absorto y ajenado, que se quedó mi sentido de todo sentir privado, y el espíritu dotado de un entender no entendiendo, toda ciencia trascendiendo.
4. El que allí llega de vero de sí mismo desfallece; cuanto sabía primero mucho bajo le parece, y su ciencia tanto crece, que se queda no sabiendo,toda ciencia trascendiendo.
5. Cuanto más alto se sube, tanto menos se entendía, que es la tenebrosa nube que a la noche esclarecía: por eso quien la sabía queda siempre no sabiendo, toda ciencia trascendiendo.
6. Este saber no sabiendo es de tan alto poder, que los sabios arguyendo jamás le pueden vencer; que no llega su saber a no entender entendiendo, toda ciencia trascendiendo.
7. Y es de tan alta excelencia aqueste sumo saber,que no hay facultad ni ciencia que la puedan emprender; quien se supiere vencer con un no saber sabiendo, irá siempre trascendiendo.
8. Y, si lo queréis oír, consiste esta suma ciencia en un subido sentir de la divinal esencia; es obra de su clemencia hacer quedar no entendiendo, toda ciencia trascendiendo.
Hoy en la música vuelvo a retomar a Yanni en uno de sus conciertos más increíbles de los que yo conozco, y que os aconsejo que os hagáis con él “The Concert Event”, y esta vez, en contraposición con otras entradas donde os puse temas más energetizantes, os propongo dos temas suaves pero que ponen los pelos de punta por las emociones que generan.
En el primer tema uno se sumerge místicamente en los sonidos armenios con el duduk y el violín, y en el segundo la melodía toma forma de poesía gracias al piano y el violín, pero luego el violín llora con los sonidos armenios más delicados y desgarradores que te puedas imaginar.
De verdad, escucharlos hasta el final. Ya me diréis algo.
ERRORES AJENOS
Hace mucho tiempo, habia una posada llamada "La estrella de plata". El posadero, a pesar de que hacia cuanto podía por atraer a la clientela esforzándose en hacer confortable la posada, atender cordialmente a los clientes y cobrar precios razonables, no encontraba manera de que le alcanzara el dinero.
Desesperado, acudió a consultar a un sabio.
El sabio, tras escuchar sus lamentos, le dijo: Es muy sencillo. Lo único que tienes que hacer es cambiar el nombre de la posada.
-¡Imposible! -- dijo el posadero-- ¡Se ha llamado "La estrella de plata" durante generaciones, y así se la conoce en todo el país!
-No -replicó el Sabio enérgicamente- a partir de ahora debes llamarla "Las cinco campanas" y colgar seis campanas sobre la entrada.
-¿Seis campanas? ¡Eso es absurdo! ¿Para qué va a servir?
-Inténtalo, y lo verás- le respondió el Sabio sonriendo.
De modo que el posadero hizo lo que se la había dicho. Y sucedió lo siguiente: todo viajero que pasaba por delante de la posada entraba en ella para advertir al posadero acerca del error, creyendo que nadie hasta entonces habia reparado en ello. Una vez dentro, quedaba tan impresionado por la cordialidad del servicio, que se alojaba en la posada, con lo que el posadero
llegó a amasar la fortuna que durante tanto tiempo había buscado en vano.
Hay pocas cosas que satisfagan más nuestro ego que el corregir los errores de los demás.
Un ejemplo lo tenemos en estas coplas de San Juan de la Cruz.
Coplas hechas sobre un éxtasis contemplativo.
Entréme donde no supe y quedéme no sabiendo, toda ciencia trascendiendo.
1. Yo no supe dónde estaba, pero, cuando allí me vi, sin saber dónde me estaba, grandes cosas entendí; no diré lo que sentí, que me quedé no sabiendo, toda ciencia trascendiendo.
2. De paz y de piedad era la ciencia perfecta, en profunda soledad entendida, vía recta; era cosa tan secreta, que me quedé balbuciendo, toda ciencia trascendiendo.
3. Estaba tan embebido, tan absorto y ajenado, que se quedó mi sentido de todo sentir privado, y el espíritu dotado de un entender no entendiendo, toda ciencia trascendiendo.
4. El que allí llega de vero de sí mismo desfallece; cuanto sabía primero mucho bajo le parece, y su ciencia tanto crece, que se queda no sabiendo,toda ciencia trascendiendo.
5. Cuanto más alto se sube, tanto menos se entendía, que es la tenebrosa nube que a la noche esclarecía: por eso quien la sabía queda siempre no sabiendo, toda ciencia trascendiendo.
6. Este saber no sabiendo es de tan alto poder, que los sabios arguyendo jamás le pueden vencer; que no llega su saber a no entender entendiendo, toda ciencia trascendiendo.
7. Y es de tan alta excelencia aqueste sumo saber,que no hay facultad ni ciencia que la puedan emprender; quien se supiere vencer con un no saber sabiendo, irá siempre trascendiendo.
8. Y, si lo queréis oír, consiste esta suma ciencia en un subido sentir de la divinal esencia; es obra de su clemencia hacer quedar no entendiendo, toda ciencia trascendiendo.
Hoy en la música vuelvo a retomar a Yanni en uno de sus conciertos más increíbles de los que yo conozco, y que os aconsejo que os hagáis con él “The Concert Event”, y esta vez, en contraposición con otras entradas donde os puse temas más energetizantes, os propongo dos temas suaves pero que ponen los pelos de punta por las emociones que generan.
En el primer tema uno se sumerge místicamente en los sonidos armenios con el duduk y el violín, y en el segundo la melodía toma forma de poesía gracias al piano y el violín, pero luego el violín llora con los sonidos armenios más delicados y desgarradores que te puedas imaginar.
De verdad, escucharlos hasta el final. Ya me diréis algo.
ERRORES AJENOS
Hace mucho tiempo, habia una posada llamada "La estrella de plata". El posadero, a pesar de que hacia cuanto podía por atraer a la clientela esforzándose en hacer confortable la posada, atender cordialmente a los clientes y cobrar precios razonables, no encontraba manera de que le alcanzara el dinero.
Desesperado, acudió a consultar a un sabio.
El sabio, tras escuchar sus lamentos, le dijo: Es muy sencillo. Lo único que tienes que hacer es cambiar el nombre de la posada.
-¡Imposible! -- dijo el posadero-- ¡Se ha llamado "La estrella de plata" durante generaciones, y así se la conoce en todo el país!
-No -replicó el Sabio enérgicamente- a partir de ahora debes llamarla "Las cinco campanas" y colgar seis campanas sobre la entrada.
-¿Seis campanas? ¡Eso es absurdo! ¿Para qué va a servir?
-Inténtalo, y lo verás- le respondió el Sabio sonriendo.
De modo que el posadero hizo lo que se la había dicho. Y sucedió lo siguiente: todo viajero que pasaba por delante de la posada entraba en ella para advertir al posadero acerca del error, creyendo que nadie hasta entonces habia reparado en ello. Una vez dentro, quedaba tan impresionado por la cordialidad del servicio, que se alojaba en la posada, con lo que el posadero
llegó a amasar la fortuna que durante tanto tiempo había buscado en vano.
Hay pocas cosas que satisfagan más nuestro ego que el corregir los errores de los demás.
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