¿Qué es la medicina energética?
La medicina energética reconoce la energía como una fuerza vital, en movimiento y muy determinante sobre la salud. Es un sistema de autoayuda donde sanas tu cuerpo activando tus energías sanadoras naturales y restaurando las energías que se han debilitado, bloqueado o desequilibrado.
La Medicina Energética renueva, equilibra y ayuda a fluir las energías vitales del cuerpo. Es la medicina más antigua, segura, orgánica, accesible y barata. Te enseña a participar de forma más plena y formada en tu propia sanación, en tu salud y en tu bienestar.
Las técnicas de bioenergética son también un complemento a otros tratamientos médicos o alternativos, o pueden utilizarse como sistema integrador completo de cuidarse a uno mismo y de auto-ayuda. Puede ayudar en el tratamiento tanto de enfermedades físicas, así como problemas emocionales o mentales, y puede promover y aportar altos grados de bienestar y desarrollo.
Fluidez, equilibrio, y armonía pueden ser restaurados y mantenidos dentro del sistema energético y de manera no invasiva haciendo:
---Tapping (toques o golpecitos), con diversas técnicas de masaje, o conectando con puntos energéticos específicos, trazando o girando con la mano sobre determinados caminos o meridianos de energía.
---Haciendo y practicando con ejercicios y posturas diseñados para tener unos efectos energéticos concretos.
---Con un uso de la mente enfocado en mover energías específicas.
El término bioenergética ha incluido la aplicación de las leyes de la termodinámica a los organismos vivos, la expresión de la vida emocional en el cuerpo físico y el análisis de procesos fisicoquímicos, emocionales y mentales como un campo integrado de actividad vital.
El cuerpo humano es una batería natural que genera energía eléctrica en un ambiente de iónes. Aunque los huesos y las articulaciones nos dan fuerza y forman la estructura corporal, por sí solos no son capaces de mover el cuerpo. Los movimientos son el resultado de la contracción y la relajación de los tejidos musculares que rodean los huesos. Las fibras musculares se contraen o se relajan como resultados de cargas bio-eléctricas y de cambios iónicos de los tejidos.
El campo electromagnético humano es controlado por las leyes de la polaridad, similares a las de los campos magnéticos clásicos. A través del sistema nervioso autónomo. La respuesta emocional estimula las glándulas endocrinas para que liberen elementos micro-químicos en el flujo sanguíneo y en los tejidos. Estos elementos alteran la conductividad iónica de los tejidos corporales. Por lo tanto, las emociones afectan la polaridad eléctrica del cuerpo, alterando indirectamente el ambiente iónico de las células y los tejidos.
Somos un sistema bio-magnético (principalmente compuesto de moléculas polarizadas, como pequeños imanes, de agua) que interactúa en un planeta igualmente con campo magnético. Nuestros órganos más importantes, como el corazón o el cerebro, funcionan por impulsos eléctricos y generan ondas medibles. El corazón produce un campo electromagnético cinco mil veces más potente que el del cerebro. Este campo es la onda portadora de todas las demás actividades eléctricas, lo que explica que en condiciones de registro adecuado el electrocardiograma se pueda captar en cualquier parte del cuerpo. Así, por ejemplo, en la cabeza se puede captar el electroencefalograma como una pequeña oscilación que "va a caballo" sobre la onda electrocardiográfica.
La energía circula por nuestro cuerpo siguiendo leyes particulares que han sido estudiadas y utilizadas por otras culturas, dando lugar a medicinas como la china, con sus circuitos de los meridianos acupunturales por donde pasa el “Chi” (A la luz de los conocimientos actuales, la realidad eléctrica, fisiológica e histológica de los puntos de acupuntura es hoy indiscutible. Como vías de menor resistencia eléctrica de posible conducción de corriente directa la existencia de los meridianos esta aún hoy sujeta a discusión aunque la prueba clínica de su vigencia después de milenios es, sin duda, más importante que la probable constatación biofísica) o la aryuvédica de la india, con sus Chakras y sus circuitos polares por donde circula el “Prana”.
En otra proxima entrada os enseñaré una rutina bioenergética para hacer un equilibrio general de los sistemas.
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